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Por: Lilian Vega.
La Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) publicada más recientemente es la del año 2022. Esta encuesta recoge información útil sobre características de la población.
Los indicadores de educación incluyen la tasa de analfabetismo o falta de capacidad de las personas para poder leer y escribir.
Los datos muestran que las mujeres que nacieron después de los acuerdos de paz han logrado revertir la brecha de género, pues las tasas de analfabetismo son menores que para los hombres de su misma edad, así:
2.4% de las mujeres que nacieron entre 1993 y 1997 no saben leer y escribir, esta cifra es de 3.5% para los hombres.
El 1.4% de las mujeres que nacieron entre 1998 y 2007 se reportan como analfabetas, esta cifra sube a 2% para los hombres.
La diferencia se achica para quienes nacieron entre 2008 y 2012, la tasa de analfabetismo femenino es de 1.5% y la de hombres 1.7%.
Al contrario, para las mujeres que tienen 30 años o más, las tasas de analfabetismo son bastante más altas que las de los hombres; así, 33 de cada 100 mujeres mayores de 60 años no pueden leer ni escribir frente a 28 de cada 100 hombres.
Los datos para las personas que se encuentran en edad para realizar estudios superiores, ya sea universitarios o técnicos, evidencian que lograr estos niveles de educación sigue siendo un privilegio para menos de un quinto de la población, pues sólo el 16.6% de mujeres y 13.5% de hombres entre 19 y 29 años se encuentra estudiando.
La tasa de repitencia marca el rezago educativo de las personas y a su vez, es un factor para interrumpir o abandonar los estudios.
La mayor repitencia se da en el tercer ciclo de educación básica, el 6.5% de adolescentes hombres repiten el año, frente al 2.4% de adolescentes mujeres; ellas evidencian mejor desempeño en este nivel, al igual que en el primero y segundo ciclo de educación básica;
en primaria el 4.4% de los niños repite año, la cifra para niñas es de 3.2%; y
para educación media las cifras son 2.5% de repitencia en hombres y 1.6% para las mujeres.
La educación es fundamental para lograr que tanto las personas como las sociedades mejoren en su capacidad de lograr la vida que consideran buena. En el país hace falta trabajar en ellos y las mujeres están tratando de mejorar y cerrar las brechas de género que se dan desde la infancia.
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