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Por: Lilian Vega, de Bálsamo RTV
Cuando un país o el gobierno de un país se encuentra endeudado, inician problemas en la economía como la falta de pago para contratistas que han trabajado para el gobierno, falta de dinero en la economía, o dificultades para honrar las deudas contraídas.
Los gobiernos inician por tomar varias medidas como disminución de los gastos de capital o inversiones, para redireccionar el dinero a gasto corriente, como por ejemplo pago de proveedores. La ejecución de la inversión pública ha estado por debajo del 60% en todos los años de mandato del presidente Bukele, y, según datos de Transparencia Fiscal, para junio de 2023, los gastos de capital devengados ascendieron a US$278.8 millones, equivalente al 16.9% de lo presupuestado, incluyendo las modificaciones realizadas.
También pueden seguir endeudándose, en el mismo informe se detalla que en el mismo período se logró colocar deuda por US$464.9 millones; de este total, US$379.7 millones correspondieron a la colocación de títulos valores en el mercado nacional y US$85.2 millones a endeudamiento público externo. Debido a la calificación de riesgo, es más difícil para El Salvador lograr préstamos o colocar títulos valores en el exterior, por eso la mayor cantidad de deuda se coloca en el país.
En el presupuesto se planificó contratar deuda con préstamos por un monto de $1,088.3 millones, y sólo se logró colocar $ 85.2, apenas 7.5% de lo planificado. La colocación de títulos valores en el mercado interno fue de 100%. La falta de flujo de préstamos presiona nuevamente las finanzas del estado.
Esto ocasiona falta de liquidez en la economía, pues una gran parte del dinero disponible en los bancos lo toma el gobierno, dejando menos para los privados. De seguir esta tendencia se presiona por una subida de las tasas de interés, que ya están presionadas debido a la subida de tasas de la Reserva Federal de Estado Unidos siendo El Salvador un país dolarizado. Esto afecta principalmente a los deudores del sistema financiero, quienes sufrirán el aumento de la tasa de interés de sus préstamos.
Entre diciembre de 2021 y diciembre de 2022, las tasas de interés para préstamos personales subieron en promedio un poquito más de punto porcentual, pasando de 5.96% a 7.03%. Los préstamos para adquirir vivienda pasaron de una tasa de 7.08% a 7.34%. A septiembre de 2023 estas tasas subieron a 8.03% para préstamos personales, y 7.64% para vivienda. Esto implica que las personas pagarán una cuota mayor, o terminarán pagando el crédito en más tiempo del planificado. En ambos casos, tendrá que pagar más intereses. Por ejemplo, un préstamo personal a 1 año plazo por $5000, pagaba en el 2021, $298 de intereses, en septiembre 2023 paga $401.50.
También puede recortar gasto en remuneraciones por medio de despidos de empleados públicos, como sucede en el país. Para el 2019 el gasto del estado en remuneraciones fue de $2,773.4 millones, el presupuesto del 2023 consigna $2,427.1, una reducción del 12.5% y de $346.3 millones.
En un contexto de inflación alta, implica menos capacidad para los hogares de satisfacer sus necesidades.
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