La construcción de proyectos urbanísticos en zonas vulnerables y de vital importancia para los ecosistemas y las comunidades, deben llevar a sus habitantes a una mayor organización para evitar que se concreten y afecten su entorno.
“Hay un sin fin de proyectos a lo largo del país y si no hay capacidad de organización y capacidad de movilización de las comunidades, que van a verse mayormente afectadas, va a ocurrir que se van a dar permisos y se van hacer proyectos sin medidas, ni control, incluso con el incumplimiento de la legislación ambiental”, advirtió Samuel Ventura, Director de ACUA en el espacio de Abriendo caminos mientras avanzamos de Bálsamo Radio TV.
Esta preocupación surge luego que el Ministerio de Medio Ambiente otorgará el pasado 1 de diciembre el permiso ambiental para la construcción del proyecto urbanístico Valle El Ángel, ubicado en la zona norte de San Salvador y que sería edificado sobre más de 500 manzanas donde se construirán 3 mil apartamentos en edificios de 3 niveles, además de comercios, restaurantes y hoteles.
“Lo que pasó ahí es que hubo una orden directa, expresa, de Casa Presidencial donde le ordenaron al Ministro de Medio Ambiente que hiciera lo que fuera necesario para sacar ese permiso ambiental y en eso nosotros denunciamos que se había cambiado al equipo técnico que estaba analizando el estudio de impacto ambiental, con el objetivo de poner a otro equipo a que resolviera porque la decisión estaba tomada no sobre la base técnica pero sí políticamente, ellos habían decidido que le permiso iba” explicó Carlos Flores de ECOS de El Salvador parte del Foro del Agua.
Las organizaciones ambientalistas estiman que unas 60 mil personas de Apopa y Nejapa serían afectadas en el acceso al agua que sería priorizada en la residencial, tras el convenio firmado entre la empresa y ANDA.
Esta luz verde para proyectos como Valle El Ángel son una alerta para que otros territorios se mantengan vigilantes, reiteró el director de ACUA: “En este caso particular, se vienen cumpliendo las promesas en cuanto a la agilización de otorgar los permisos ambientales para proyectos urbanísticos, y eso ya nos pone en perspectiva en la Cordillera del Bálsamo que, alrededor de los 30 o 40 proyectos que hay aquí, tendrían luz verde” afirmó.
Ambos participantes coincidieron en que es preocupante el tema de los permisos ambientales porque estos proyectos son una amenaza que llevarían al deterioro ambiental, que a su vez son un peligro para la vida de sus habitantes.