Cuatro mujeres campesinas han trabajado durante tres años para cultivar una parcela agroecológica en el cantón El Peñón, en el municipio de Comasagua, departamento de La Libertad. Han sembrado chile, tomate, pepino, ejote de vara, rábano, cilantro y cebollín.
A pesar de sus esfuerzos por cultivar alimentos y cuidar la tierra, desde el año pasado, están sufriendo problemas debido a que el terreno en que trabajan la agricultura sostenible no es propio. El dueño de una finca les ha dado permiso para que puedan sembrar, pero les ha advertido que está en proceso de venta y que, en cualquier momento, podrían perder el permiso para el uso de las tierras y también perderían los cultivos y todo su esfuerzo invertido en la parcela.
Foto: Mujeres cargando sacos con gallinaza.
La falta de acceso a la tierra conlleva a otro problema: la falta de acceso al agua potable.
Las mujeres campesinas que cultivan en la parcela agroecológica en cantón El Peñón, de Comasagua, obtienen agua para sus cultivos a través de tuberías artesanales, desde el terreno de una persona cercana a ellas, porque no cuentan con vertientes para el regadío de sus cultivos.
Ángela Montano Renderos, una mujer que se ha dedicado al cultivo de la tierra desde los 12 años, señala que, al no contar con agua propia para su parcela, necesitan un tanque de agua, tubería y la infraestructura necesaria para regar sus cultivos.
Parcela agroecológica
La parcela en el cantón El Peñón, de Comasagua, está siendo cultivada con el acompañamiento técnico de la Asociación Comunitaria Unida por el Agua y la Agricultura, ACUA.
Nubia García, facilitadora agropecuaria del Programa Medios de Vida Sostenibles de ACUA, impartió una capacitación el viernes 21 de abril de 2023, sobre la vida del suelo y la reproducción de microorganismos de montaña.
ACUA impulsa, desde 2022, las Escuelas de Agroecología en cuatro municipios: Comasagua, Huizúcar, La Libertad y Panchimalco. Las lideresas campesinas reciben capacitaciones sobre todo lo relacionado con la agroecología y, luego, ellas replican los conocimientos con las mujeres de sus comunidades, para que puedan aplicarlos en sus huertos caseros o en sus parcelas. Posteriormente, facilitadores de ACUA verifican, en cada comunidad, que se hayan aplicado correctamente las técnicas impartidas en las Escuelas de Agroecología y ayudan a mejorar los cultivos de las mujeres campesinas.
Día de la Madre Tierra
Cada 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra. En este contexto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha recordado que hoy más que nunca “necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta”.
Las mujeres campesinas en El Salvador lo han entendido bien, pero el Estado salvadoreño ha hecho oídos sordos al incremento de la pobreza y la crisis alimentaria que se ha profundizado en los últimos años en el país, según datos de fuentes oficiales recopilados por la Mesa de la Soberanía Alimentaria.
La Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2022 señala para el área rural un incremento anual en la pobreza extrema de más de 10 mil personas; es decir, durante el 2022 más de 260 mil personas no pasaron hambre porque no pudieron adquirir los alimentos necesarios. La situación de pobreza total alcanzó, para 2022, más de 717 mil personas en el área rural de El Salvador.
Además, en el marco del día de la Tierra, la Mesa por la Soberanía Alimentaria ha advertido que en El Salvador no se han implementado políticas públicas que ayuden a enfrentar los impactos de fenómenos socioambientales en la agricultura, ya que durante los últimos años el gobierno se ha limitado solo a acciones comunicacionales, que dejan muy bien la imagen gubernamental, pero que no tienen impacto real positivo en la vida de las familias campesinas.
Las 22 organizaciones agrupadas en la Mesa por la Soberanía Alimentaria exigen al gobierno que haga realidad el promocionado Plan de Rescate Agropecuario que prometió hace dos años, el cual destinaría alrededor de $1,200 millones de dólares para el sector.
Además, exige que el gobierno elabore un plan a corto plazo para destinar al menos el 3% del PIB para el presupuesto del Ministerio de Agricultura y Ganadería, es decir unos $240 millones al año, y que este lo invierta en las personas campesinas, lo cual demostraría un verdadero interés en apoyar a la agricultura.
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