Hoy se cumplen 50 años de la victoria electoral de Salvador Allende, se convirtió en el presidente del primer Gobierno socialista que llegó al poder a través de las urnas. Chile inició el camino inédito de Unidad Popular-UP-: querían hacer partícipes a sus ciudadanos del proceso de transformación social por la vía pacífica.
"Porque esta vez no se trata, de cambiar un presidente/ será el pueblo quien construya, un Chile bien diferente/ Todos vénganse a juntar, tenemos la puerta abierta y la Unidad Popular, es para todo el que quiera", era una de las consignas de comunistas y socialistas. Las puertas del cielo se habían abierto…
La vía chilena al socialismo o "la revolución con empanadas y vino tinto", contemplaba la ejecución del Programa de la UP que contemplaba medidas, como la nacionalización de las principales empresas del país (entre ellas, el cobre); hasta disposiciones como el asegurar a cada niño y niña el consumo de medio litro de leche diaria, o la descentralización del acceso al arte.
Pero los yanquis, la derecha y oligarquía chilena no perdonaron “el intento de asaltar el cielo” y tras mil días de gobierno, terminó violentamente, con el golpe de Estado encabezado por el sanguinario Augusto Pinochet; quien estableció el laboratorio neoliberal, mientras asesinaba y perseguía a los-as opositores.
El aniversario 50 de la Unidad Popular llega en un Chile muy diferente al de años pasados. Desde de octubre 2019 se moviliza ampliamente el descontento y la indignación por las desigualdades del modelo neoliberal impuesto por la dictadura y por la pasividad de los gobiernos que la sucedieron.
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